Una manera de disfrutar y saborear la miel en su máximo esplendor es disfrutarla tomándola del propio panal. Comer un trozo de panal es una experiencia gastronómica única, ya que cuando introducimos ese trocito en nuestra boca y masticamos podemos percibir el sabor de la miel de la forma más intensa y sabrosa posible.
¿Que es el panal?
Es la estructura que se encuentra dentro de la colmena y que está formado por diferentes celdas en forma hexagonal, creadas por las abejas, en ellas se va almacenando la miel, el propóleo y la jalea real. Se trata de un trocito de naturaleza en su estado más puro.
¿Cómo se consume?
Podemos masticar el panal y sacar de la boca la cera que queda tras disfrutar de la miel, pero si nos tragamos un trocito de cera del panal, no pasa nada, ya que es totalmente comestible y se digiere bien.
Beneficios de comer panal de miel
En el panal encontramos sustancias riquísimas y poderosas para nuestro cuerpo como miel, propóleo y la jalea real, sustancias multivitamínicas que dan aporte de energía a nuestro cuerpo. Son fuentes naturales en caso de agotamiento, fatiga o cansancio ya que aportan a nuestro cuerpo calcio, magnesio, hierro, zinc y vitaminas C, B6 y B12, A, E y D
Muchas casas de cosmética y belleza natural usan también la jalea real como sustancia antienvejecimiento, ya que contiene propiedades regenerativas de los tejidos.
¿Tiene contraindicaciones?
Es un producto de consumo seguro. Sin embargo, en algunas ocasiones no es aconsejado comerlo o deben tomarse precauciones.
En primer lugar, no debe ofrecerse a niños menores de 1 año. Lo mismo se aconseja a las personas con el sistema inmune debilitado.
También deben ser vigiladas las personas con alergia a las picaduras de abeja y al polen. Si bien es un producto seguro y beneficioso, es aconsejable ingerirlo con moderación, pues aporta una importante cantidad de azúcar.